jueves, 25 de junio de 2009

Tipos de Parto


¿Qué es el parto?


El parto es el tránsito del feto en gestación desde la cavidad uterina hacia el exterior del organismo materno. El trabajo de parto se caracteriza por la aparición de contracciones uterinas rítmicas y progresivamente intensas que implican dilatación del cuello uterino, expulsión del feto a través de la vagina y la vulva; y expulsión de los anejos fetales.
Para este momento tan especial en la vida de cualquier mujer, hay madres que prefieren tomar opciones alternativas al parto normal.


Tipos de parto:



  • Cesárea, el parto natural, parto en cuclillas y el parto en el agua.



  • Parto natural
    El parto natural es una función dentro del cuerpo de la mujer que ocurre cuando finaliza el embarazo. Está cien por ciento comandado por procesos naturales y no por la intervención del equipo médico. La madre y el feto en conjunto ayudan a que sucedan todos los cambios que se necesitan para producir el nacimiento, tanto hormonales como mecánicos.


Pocos riesgos, muchos beneficios



En el parto natural los riesgos son mínimos porque no hay intervención, ni administración de medicamentos que puedan tener efectos adversos, es decir, no se altera el medio químico de la madre ni del feto. Los médicos sólo apoyan y evalúan que los latidos del bebé estén bien y que las contracciones se produzcan de manera normal y con la frecuencia e intensidad necesarias.



Entre los beneficios del parto natural están:
• Su costo es menor que el del parto normal porque no se usan medicamentos y porque la estadía en la clínica es más breve.
• El niño al estar en los brazos de la madre y recibir su amor desde el primer momento, adquiere una personalidad más sociable, seguro de sí mismo y capaz de entregar afecto.
• La mamá puede escoger la posición que más le acomoda para dar a luz, sin tener que estar en una silla ginecológica.


Primer contacto
En el parto natural se propicia el contacto de la madre con el hijo, ya que éste necesita sentir la presencia de sus papás y escuchar sus voces. Apenas el bebé nace, el equipo médico lo pone en los brazos de la madre y se deja que el cordón umbilical siga latiendo para que naturalmente pase al bebé aquella cantidad de glóbulos rojos de la sangre que todavía hay en la placenta. Alrededor de los dos minutos y medio lo cortan, ya que ha dejado de latir.


Condiciones que debe tener el ambiente
En el parto natural se intenta crear un ambiente cálido y acogedor para recibir al recién nacido. El entorno debe tener las condiciones necesarias para ayudar a la madre a controlar el dolor y malestares que le va a ocasionar el parto.

Para lograr este ambiente, se pueden usar los siguientes elementos:
• Aromaterapia
• Música clásica o alguna que haya escuchado la madre durante el embarazo
• Una temperatura de 24 grados y control de luces y sonidos



Dolor
Las mujeres que optan por este tipo de parto se preparan para soportar los dolores y malestares propios del embarazo; saben qué pasa en cada etapa, están conscientes de que en la fase final van a sentir una mayor compresión a nivel pélvico y que la intensidad y frecuencia de las contracciones aumentan.


El parto sin dolor y provocado
Estas dos técnicas tienen el objetivo de acelerar los tiempos del parto. Si bien no se trata de técnicas peligrosas, son realizadas con la máxima atención por parte del ginecólogo. El riesgo es el de provocar contracciones excesivas, que a su vez pueden conducir al sufrimiento fetal.
Cuando el útero presenta cicatrices debidas a una cesárea anterior o a otras intervenciones, el riesgo aumenta y la vigilancia debe ser continua.


Los pros:
• El trabajo del parto se acorta, por lo cual se sufre durante un período más breve.
• Es posible establecer con anticipación el día del parto.



Los contras:
• Las contracciones son más fuertes y, en consecuencia, más dolorosas.
• El parto no sigue su curso natural.
• Se precisa un control médico continuo y más riguroso, por lo que la madre está obligada a permanecer en la cama durante toda la duración de la fase de dilatación y a ser monitorizada para controlar las contracciones y el ritmo cardíaco del feto.



El parto controlado
Si el trabajo del parto comienza espontáneamente, pero las contracciones no se suceden a un ritmo regular, o bien son demasiado débiles, es posible controlar el parto, es decir, modificar su curso con medicamentos que refuerzan y facilitan las contracciones. El fármaco se suministra por vía intravenosa.
Está indicado cuando:
• El trabajo se prolonga excesivamente y la parturienta se queda sin fuerzas.
• El útero agota su capacidad para contraerse.



El parto con anestesia
La anestesia permite un parto prácticamente indoloro, con la participación activa de la madre en el nacimiento del niño. Estas técnicas pueden utilizarse tanto durante el trabajo de un parto vaginal como en el caso del parto por cesárea, en lugar de una anestesia general. Requieren la intervención de un anestesista y se puede recurrir a ellas en caso de necesidad, o si han sido programadas con antelación.



Anestesia epidural
Consiste en la inyección de analgésico en la zona lumbar de la columna vertebral. A veces, se realiza inyectando una única dosis de analgésico, en cuyo caso el efecto tendrá una duración limitada, pero normalmente se utiliza la técnica de anestesia a través de catéter, que permite dosificar mejor el fármaco diluyéndolo, de manera que el dolor queda atenuado durante todo el parto.



Anestesia espinal
En este caso, la anestesia también se inyecta en la columna vertebral, entre las dos vértebras lumbares pero más profundamente. No obstante, esta técnica, dado que puede bloquear las contracciones uterinas, prácticamente no se utiliza para el parto vaginal, pero sí en el parto por cesárea.



Acupuntura
Es una práctica analgésica que procede de la medicina china y que consiste en clavar en unos puntos determinados de la piel unas agujas muy finas, que después se estimulan manual o eléctricamente. Además de controlar el dolor, que sin embargo no se elimina por completo, sirve para estimular la producción de las hormonas que facilitan el parto.



Cesárea
Consiste en el nacimiento del niño no por vía vaginal, sino a través de una incisión quirúrgica en las paredes del abdomen y en el útero.
Está indicada cuando:
• En presencia de una desproporción entre el feto y la pelvis de la madre (la madre, por estatura o constitución tiene una pelvis estrecha, desproporcionada con respecto al cuerpo del niño, o simplemente el feto es muy grande). En este caso, un parto vaginal podría provocar sufrimiento al bebé y lesiones a la madre.
• La madre es primeriza y el pequeño se presenta en posición podálica. En este caso, la decisión de intervenir con una cesárea puede dejarse para el último momento.
• En los casos de presentación anómala del feto.
• El embarazo es gemelar y los fetos se obstaculizan entre ellos.
• Cuando algunas complicaciones del embarazo aconsejan el adelanto del parto.
• Existe una anomalía en la posición de la placenta que, si se produjese el parto natural, podría dar lugar a un desprendimiento precoz de la misma.
• En presencia de obstáculos "físicos" en el canal del parto


• Sufrimiento fetal durante el trabajo del parto que hace necesario que el niño nazca con urgencia.
• El cuello del útero no se dilata lo suficiente a pesar de la validez de las contracciones.
• La madre ya ha tenido dos o más hijos a través de una cesárea.



La cesárea puede llevarse a cabo con anestesia general, si bien existen técnicas de anestesia más ligeras. De todos modos, la general no entraña ningún peligro para el niño, puesto que la intervención es breve y la dosis de anestesia es pequeña. Los recién nacidos se resienten poco de la anestesia, como máximo están un poco más "adormilados" que los otros porque no han tenido que sufrir el estrés del parto por vía vaginal.

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